ASILO II, ‘tábano’, tomado del lat. asīlus íd.

No hay pruebas de que se haya empleado jamás como voz castellana, pues aunque APal. dice «vulgarmente, asilo», esto va detrás de las palabras «se llama oestro», por donde se echa de ver que el humanista se refiere al uso latino; además lo empleó Huerta en su traducción de Plinio, donde conserva muchas palabras de su original. Es bárbara la acentuación ásilo que por errata se ha introducido en el DHist.